Tanto para correr por montaña como para hacer tiradas relativamente largas, necesitamos unas piernas fuertes. Un consejo, para mejorar este aspecto es ir al gimnasio dos o tres veces por semana. Empieza con un programa general y termina con algo más específico, como sentadillas y saltos pliométricos. Te recomiendo que sigas siempre las instrucciones de alguien experimentado y no hagas inventos.
Trabajo excéntrico: Lo puedes hacer en el mismo gimnasio. Consiste en trabajar la musculatura (sobre todo los isquiotibiales y los cuádriceps) en estiramiento. Lo más habitual es usar el cinturón ruso. Estos ejercicios aumentarán mucho tu fuerza sin que aumente nada tu peso. Además, te protegerán de las temidas lesiones.
Bicicleta: Es un ejercicio sin impacto y a menores pulsaciones que el correr. Es una buena alternativa si alguna molestia te impide correr o estás en pretemporada.
Natación: Al igual que la bicicleta, es un ejercicio poco específico pero muy efectivo para recuperar las piernas cansadas. Después de una tirada larga, en lugar de correr, puedes ir a nadar, dos o tres veces, antes de ponerte las zapatillas de nuevo.
Propiocepción: Son los ejercicios de equilibrio y coordinación muscular. Cuanto más coordinados somos, más económicos corremos. Intenta mantener el equilibrio a la pata coja durante un minuto. Y si esto es sencillo, inténtalo con los ojos cerrados. También puedes trabajar con un fitball (el balón gigante de los gimnasios) y variar los ejercicios que normalmente haces en el gimnasio.
Electroestimulación: Es menos eficaz, desde mi punto de vista, que una sesión de gimnasio, pero permite trabajar el músculo de manera analítica y sin mover la articulación. Implica tener un electroestimulador en casa y esto no siempre es posible. Pero sí resulta interesante para recuperar el músculo, que está fatigado, con programas específicos.
- Marc Roig