1. Adapta el entrenamiento a tu vida diaria. No te impongas acudir todos los días si realmente no puedes, porque solo conseguirás frustración.
2. No te des palizas para "recuperar" días que has perdido. Busca una rutina semanal agradable.
3. Debes estar siempre en contacto con un entrenador que supervise tu programa de ejercicios y lo adapte a tus necesidades y objetivos.
4. Si estás estancada, consulta con tu monitor. Nunca tomes decisiones ni cambies tu programa sin consultarlo.
5. No intentes copiar el circuito de otros. Cada uno tiene sus propias necesidades y el organismo es quien define cómo debes trabajar.
6. Intenta aportar un historial médico a tu entrenador, con el fin de ayudarle a diseñar el mejor circuito posible para tu organismo y evitar ejercicios contraproducentes.
7. Ten presente que tu trabajo físico no tiene por qué terminar en el gimnasio.Caminar o cambiar el ascensor por las escaleras también son bienvenidos.
8. No tengas miedo a ser competitiva. Registra tus resultados e intenta superarlos en la siguiente sesión.
9. Sé meticulosa con tu hidratación o el ejercicio no reportará nada positivo a tu organismo.
10. Intenta disfrutar. Si no te resulta estimulante no lograrás resultados y eso desemboca en el abandono.
A. BRAVO