Los buenos profesionales saben que para encontrar la plenitud laboral deben comenzar por apreciar su propio trabajo.
Hacer tu profesión la de entrenador personal es mucho más que enseñar ejercicios y contar repeticiones durante el tiempo que dura el entrenamiento.
El tiempo que pasas con tus clientes se forman relaciones de amistad, ocurren anécdotas graciosas, etc.
Estas son algunas de las muchas cosas que hacen que aprecies tu labor.

domingo

Prueba de esfuerzo

Es probable que muchos de vosotros penséis que este tipo de revisiones sean propias de deportistas de élite, sin embargo, se trata de una prueba indispensable y recomendable para todos los que practicamos deporte, independientemente de la intensidad, al menos, una vez al año. El objetivo fundamental es ver el estado de la salud y el corazón.
Si cuidamos nuestro coche, empecemos a cuidar nuestra maquinaria y hagámosle la ITV.  Ahora es el momento ideal para someterte a esta prueba deportiva, la cual determinará tu estado y forma física, así como el estado del corazón.Además, los datos obtenidos, podrán servir como punto de partida para empezar tu programa de entrenamiento.



¿En qué consiste una prueba de esfuerzo?
Se trata de un procedimiento de valoración de las respuestas que da el organismo ante diferentes situaciones de ejercicio físico y el estrés, estudiando los sistemas respiratorio y cardiovascular. El objetivo principal es evaluar el estado general de nuestra salud así como la  capacidad funcional de respuesta que tenemos ante el ejercicio. Es una análisis de nuestro estado de forma, y normalmente o bien se realiza sobre una cinta de correr o bien sobre una bicicleta estática específica.
Los parámetros que normalmente se miden este tipo de pruebas y obtener así una visión específica de la resistencia son: ventilación, frecuencia cardíaca, consumo de oxígeno y la carga o intensidad.
Este tipo de pruebas de medicina deportiva, han de ser dirigidas por un médico, quien realizará una valoración previa y datos físicos tales como estatura, edad, peso, porcentaje grasa corporal, así como un electrocardiograma previo y durante la prueba. Vamos que, estamos monitorizados y controlados. Esto es importante, es decir, en todo momento, el especialista verá cómo funciona nuestro corazón y sus respuestas ante los estímulos, y poder también descartar posibles patologías cardíacas.
En la mayoría de los casos, se realiza también un análisis de gases, denominada ergoespirometría (cicloergómetro, en caso de realizarse la prueba sobre una bici) para poder determinar así qué cantidad de oxígeno se consume en reposo y durante el ejercicio, así como qué cantidad de dióxido de carbono ese eliminada (V02Max).
Son datos muy importantes para determinar los umbrales aeróbico y anaeróbico, datos fundamentales para los planes de entrenamientos de los deportistas. Resulta pues un test de ejercicio cardiopulmonar integrado.

Para comprenderlo mejor, los datos obtenidos harán referencia a los umbrales aeróbico y anaeróbico,  permitiendo establecer la intensidad ideal de los entrenamientos aeróbicos (rodajes) y anaeróbicos (series). De esta manera, se puede optimizar el rendimiento, y recomendar ritmos tanto de competición (en su caso), como de entrenamiento.
Esto resultará muy útil para poder realizar no sólo planes de entrenamiento adaptados a cada individuo para mejorar su capacidad física de respuesta, sino que permite cuantificar y valorar la evolución del individuo al realizar una prueba posterior (al año siguiente o pasados 6 meses).
Existen diferentes protocolos de actuación, sin embargo, los más habituales son los que implican incrementos progresivos  de la intensidad de trabajo (prueba incremental) relacionados con el análisis directo del consumo de oxígeno, hasta alcanzar niveles máximos de esfuerzo.
Por ejemplo: sobre la cinta de correr, se va aumentando de forma progresiva la intensidad y velocidad, hasta alcanzar el nivel máximo al que pueda llegar el individuo. Finalmente, hay que tener una serie de consideraciones en cuenta antes de pasar la ITV del deportista:
1.- Evitar ingerir bebidas con cafeína o estimulantes, ni tampoco medicamentos, el día de la prueba, ya que alterarían los valores.
2.- Es importante descansar el día previo o bien un entreno de corta duración regenerativo. No machacarse.
3.- El día de la prueba no es conveniente entrenar, dado el esfuerzo al que estaremos sometidos (hay que intentar darlo todo ese día).
Ahora, sin dudarlo, revisa cómo funciona tu corazón antes de empezar tu plan de entrenamiento. No olvidemos que el objetivo principal es mejorar nuestra salud y ver que todo está en orden.

La herramienta de control en entrenamiento de deportistas de élite - Densitometría

Esta prueba diagnóstica también puede resultar de gran utilidad para realizar seguimiento de lesiones y poder analizar la eficacia del tratamiento de rehabilitación




Para un deportista de élite el buen estado físico es una herramienta imprescindible. Para ello, constantemente se somete a numerosas pruebas. Su rendimiento está estrechamente relacionado con su peso, que pasa por una óptima distribución de la grasa y de la masa muscular. Para estos profesionales, la densitometría se ha convertido en un instrumento de gran utilidad para realizar un seguimiento de su evolución tanto durante la temporada como fuera de ella.
Cada vez existen más estudios que avalan esta prueba como método de valoración del volumen y distribución de la grasa. A través de un análisis completo por zonas se obtienen los resultados detallados de la composición corporal, el peso total desglosado en masa grasa, masa muscular y hueso. Además, ante una lesión, un correcto seguimiento puede ayudar a detectar si la rehabilitación está teniendo los resultados esperados. El densitómetro iDXA, de GE Healthcare, mediante un código de colores, muestra dónde se concentra la grasa. El objetivo es encontrar la composición corporal óptima para conseguir el máximo rendimiento. Por ello, clubes deportivos como el Barça o el Siena AC italiano o el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat ya disponen de esta tecnología.
Con ella se puede realizar una prueba en pretemporada y establecer la línea base sobre la que trabajar el programa de entrenamiento y nutrición. Durante el periodo deportivo se monitorizan los resultados, ayudando a los atletas a lograr y mantener el máximo rendimiento. Por ejemplo, un deportista de 96,1 kilogramos en pretemporada tiene 14,7 kilos de grasa. En su etapa de máximo rendimiento pasa a 97 kilos, pero con dos kilos menos de grasa y tres más de músculo. De hecho, puede ser una herramienta de utilidad en personas que sigan tratamiento para perder peso. Un error que se comete habitualmente es hacer una dieta en la que pierde peso y volumen pero no de grasa sino de masa muscular. Y es que lo primero que se quema es el glucógeno muscular, después el agua y finalmente la grasa.
Otro de los usos de esta tecnología se centra en ver cómo evoluciona una zona lesionada. Tras una lesión se generan atrofias debido a la falta de ejercicio. Con la densitometría se puede mejorar el programa de recuperación comparando la región lesionada con los valores que presentaba antes de la lesión. De esta forma, se puede observar si el tratamiento está teniendo efecto o, en caso contrario, recomendar otras pautas de rehabilitación.
Gracias a una nueva herramienta denominada CoreScan se puede medir la cantidad de grasa visceral en la zona abdominal, como parte del análisis de composición corporal. Ésta grasa, que envuelve el corazón, el hígado, los riñones y el páncreas, es la potencialmente más peligrosa para la salud. Representa un riesgo cardiovascular, de diabetes, hipercolesterolemia, hernia de hiato e hígado graso.
Esta tecnología la ha aplicado también el Comité Olímpico sueco en Östersund, el equipo de fútbol americano Green Bay Packers, los golfistas de la PGA Tour o el equipo olímpico británico de Triatlón, entre otros.




IMAGEN
El mapeado de colores muestra un incremento de masa grasa en el tronco por falta de ejercicio. El rojo determina que la zona ha superado el 25% de grasa. En este deportista profesional la rehabilitación no alcanza el pico de máximo rendimiento previo a la lesión. Al lesionarse su peso total era de 94,7 kg, con un total de masa grasa de 11,3 kg y masa magra de 78,8 kg. A los siete meses el peso era de 95,2 kg, con un aumento de 2,9 kg de grasa y una disminución de masa magra de 2,3 kg.

Salud y Medicina