Los buenos profesionales saben que para encontrar la plenitud laboral deben comenzar por apreciar su propio trabajo.
Hacer tu profesión la de entrenador personal es mucho más que enseñar ejercicios y contar repeticiones durante el tiempo que dura el entrenamiento.
El tiempo que pasas con tus clientes se forman relaciones de amistad, ocurren anécdotas graciosas, etc.
Estas son algunas de las muchas cosas que hacen que aprecies tu labor.

miércoles

ENTRENAMIENTO GRUPAL


  • Concentración: La concentración en clase grupal la marcará siempre el entrenador. Éste mantendrá en todo momento a los alumnos focalizados en conseguir sus objetivos. Es nuestro trabajo y nuestro deber que así sea. Está en riesgo la salud de las personas y no podemos permitir ningún despiste, ni por parte del alumno ni por la nuestra. La mente es el arma más poderosa que tenemos para lograr las metas establecidas desde un principio.
  • Motivación: En algunos casos, en este apartado puede salir ganando el entreno grupal. Hay algunas personas a las que no les gusta  entrenar con nadie alrededor que les pueda distraer. En cambio, hay muchísimas otras a las que les gusta vivir en la atmósfera de equipo, apoyarse unos a otros, retarse, darse ánimos cuando se flaquea y poder comentar, al final de la sesión, cómo ha ido el entrenamiento. El entreno es un reflejo de la sociedad. Hay personas que pueden pasarse años centrándose en sí mismo y buscando sus propias metas. Otras personas que no pueden estar solas y necesitan el contacto con los demás.
  • Tiempo: La mayoría de los entrenos personales en grupo  se realizan por circuitos para lograr una mayor eficacia.  Una vez se han mostrado los ejercicios a realizar, solo es cuestión de colocar a cada alumno en su lugar y empezar la clase.
  • Ejecución: Como ya hemos comentado, la supervisión en el entreno grupal es más compleja. Tres, seis o nueve alumnos trabajando a la vez en una misma sala no supone un problema, pero dos ojos no pueden estar en dos sitios a la vez.
  • Progreso: Debe ser el mismo en los dos casos. Si no lo es, es que algo estamos haciendo mal, tanto el entrenador como los alumnos. No se trata tan solo de crear buenos ejercicios, sino que la clave es tener una buena metodología que englobe muchos aspectos.




 En aquellos casos en los que se tiene “una potente fuerza de voluntad y quieres conseguir objetivos a mas corto plazo, entrena en solitario. Pero si te cuesta ir al gimnasio y no tienes la fuerza de voluntad necesaria para ir solo, rodéate de gente y busca un equipo. Las dos son buenas, las dos son válidas y las dos son efectivas, si el trabajo está bien hecho. Es cuestión de elegir lo que mejor se adapta a tu forma de vida”.

ENTRENAMIENTO PERSONAL INDIVIDUAL


  • Concentración: En un entreno personal individual, la concentración es mucho mayor. No existe ningún elemento externo al entrenamiento que pueda causar distracción. Solo debes centrarte en la correcta ejecución de los ejercicios y en las indicaciones del entrenador. Con este tipo de entreno evitas las distracciones más habituales, como el tiempo perdido al cambiar de ejercicio, mirar cómo un compañero realiza los ejercicios en un circuito, las risas, etc.
  • Motivación: En este caso, si el entrenador hace un buen trabajo, la motivación debe ser la misma que en una clase grupal. Un entrenador debe ser un excelente profesor, motivador, compañero y, en el 80% de los casos, amigo y confidente. Debe ayudar a  mejorar el binomio cuerpo-mente.
  • Tiempo: El tiempo de entreno debe ser el mismo en una clase individual y en una grupal. La mayoría de las veces el entreno con varios alumnos se realiza por circuitos. El entrenador ya debe tener todos esos circuitos marcados por estaciones. Cada entrenador utilizará el que crea más conveniente para su alumno.  Si no es por tiempos se trabajará por repeticiones o cargas. Las estaciones ya están marcadas antes del inicio de la sesión, con lo cual podemos tener a una persona realizando el circuito en solitario, o a varios a la vez, uno en cada estación e ir rotando. El tiempo será practicamente el mismo.
  • Ejecución: A la hora de ejecutar los ejercicios, siempre será más efectivo si entrenas en solitario. El entrenador estará pendiente de ti en todo momento y de que realices los ejercicios correctamente. Si estás con más compañeros, sean 3, 6, 9, será más difícil que los ojos y mente del trainer solo estén focalizados en ti.
  • Progreso: Si tienes una buena estructura de sesión y buena metodología, los objetivos se consiguen, tanto si es en clase individual como colectiva. En definitiva, lo fundamental es tener un buen método de entrenamiento. En nuestro caso tenemos marcado el límite de alumnos de entreno personal grupal en un máximo de cinco personas.



jueves

Las razones por las que deberías tener entrenador personal

Sí, el entrenamiento personal es una experiencia diferente para todos: desde los principiantes del gimnasio a los mas experimentados.


¿Te cuesta ir al gimnasio? ¿No tienes motivación? ¿Se te hace un mundo preparar tu rutina de ejercicios? Pues quizá sea el momento, por ti y por tu salud, hacerte a la idea de que contratar un entrenador personal pueda ser la mejor inversión tanto a corto como a medio y largo plazo si de verdad quieres mejorar tu físico.
Los entrenadores personales tienen diferentes métodos y estrategias para cada cliente, por lo que en primer lugar y la primera razón por la que necesitas uno, es que se adaptará tanto a tu nivel físico como a tus horarios.
¿Qué te va a preguntar un entrenador personal? Seguramente, primero vaya hacia tu historia de salud para obtener ciertas medidas de referencia: por ejemplo, presión arterial o frecuencia cardiaca en reposo. Dos cosas que quizá, por ti mismo, no sabrías distinguir. Este es otro motivo: tu entrenador se preocupará por ti y te hará un entrenamiento completamente especializado según tu demanda corporal.
¿Otra importante razón? Tus objetivos. ¿Quieres adelgazar? ¿Ganar masa muscular?¿Cortar al máximo tu porcentaje de grasa? Él te puede ayudar, y si es con la ayuda de un nutricionista o una combinación de ambos, mejor que mejor. Si de verdad tienes motivación (aunque te cueste pisar un gimnasio), ambos lucharéis por un objetivo específico, y contarás con una gran ayuda en tu camino.
Para evaluar tu movilidad y flexibilidad, entre otras cosas, el entrenador podría usar algo tan sofisticado como una pantalla de movimiento funcional o algo tan simple como una sentadilla de peso corporal para probarte. También, claro está, que todo depende del dinero que estés dispuesto a gastarte en tu salud.
Y aunque puedas pensar que todo se trata de encontrar qué ejercicios evitar, en realidad se trata de encontrar aquello en lo que necesitas trabajar. Si no puedes ejecutar bien un press de banca por falta de técnica, por ejemplo, deberás dedicar un poco de tiempo a cada entrenamiento para tratar de mejorarlo. Si tus caderas están un poco apretadas, debes abrirlas para poder ponerte en cuclillas correctamente. Así es como progresas, y la progresión trae resultados.
Al fin y al cabo, todo se trata de establecer un plan de mejora, y no hay nadie mejor que un entrenador personal para llevarlo a cabo: y no solo hablamos de fitness, también hay gente que desea correr una maratón y no es capaz de prepararse por sí sola, y por ello necesita ayuda. Agilizar tendones, preparar las caderas, ser capaz de mover pesos muertos o mejorar tu postura a la hora de correr.
Por último, busca alguien con experiencia . No te fíes de cualquiera, ya que hay muchos entrenadores sin los conocimientos necesarios para ayudarte.