Los buenos profesionales saben que para encontrar la plenitud laboral deben comenzar por apreciar su propio trabajo.
Hacer tu profesión la de entrenador personal es mucho más que enseñar ejercicios y contar repeticiones durante el tiempo que dura el entrenamiento.
El tiempo que pasas con tus clientes se forman relaciones de amistad, ocurren anécdotas graciosas, etc.
Estas son algunas de las muchas cosas que hacen que aprecies tu labor.

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El entrenamiento en casa

Cuando comenzamos a realizar cualquier actividad deportiva, una de las primeras cuestiones que nos planteamos es si realizarla en casa o apuntarnos a un Centro Deportivo o Gimnasio. 




Si somos principiantes la opción más común y lógica es empezar en un Centro en el que nos guíen y nos enseñen desde cero, ya que no sabemos bien por dónde comenzar, qué ejercicios realizar y su técnica correcta. Pero cuando llevamos ya un tiempo entrenando, mucha gente se plantea entrenar en su propia casa. 

Normalmente esto sucede porque debido a nuestra actividad diaria no disponemos del tiempo suficiente para sacar todos los días 1 o 2 horas aproximadamente para desplazarnos al Gimnasio, realizar nuestro entrenamiento y volver a casa; incluso con más razón si no disponemos de un Centro Deportivo cercano al trabajo o al domicilio. Por otro lado, debido a la situación económica, otro de los motivos es precisamente el ahorro; el no poder mantener una cuota obligatoria mensual, trimestral o anual. 

Si decidimos que estamos preparados para entrenar en casa, lo primero que debemos tener es un pequeño espacio. Dependiendo del tipo de entrenamiento que vayamos a realizar vamos a necesitar más o menos tamaño, pero lo ideal es que sea amplio, sin ningún tipo de peligro (hay que prever accidentes) y que siempre pueda ser el mismo, para habituarnos y hacer del sitio una rutina. 

Nuestro material va a depender también del tipo de Objetivo que tengamos y por tanto del tipo de entrenamiento que vayamos a realizar. Para el ejercicio aeróbico simplemente podemos optar por salir a correr por cualquier camino cercano, montar en bicicleta o nadar si disponemos de piscina. También hay gente que opta por alguna máquina de cardio, aunque suponen un primer desembolso elevado: cinta de correr, elíptica, bicicleta estática o de ciclo Indoor. 

Los materiales más comunes para el trabajo de Fuerza son: 

Mancuernas: nos permiten realizar muchísimos ejercicios con carga. No ocupan mucho espacio y podemos transportarlas fácilmente. Podemos elegir además su peso, para realizar diferentes entrenamientos 

Gomas o Bandas Elásticas: Permiten que trabajemos específicamente ciertos músculos. Tenemos diferentes grosores que determinan la resistencia de la banda y así variar la intensidad de los ejercicios. La ventaja que tienen es que no pesan y no ocupan espacio, por lo que también son buenas “compañeras” de viaje 

Trabajo con Autocargas: el principal aliado del entrenamiento en casa, ya que se trata de realizar los ejercicios con nuestro propio peso corporal. Podemos destacar ejercicios básicos como: sentadillas, fondos, dominadas, etc. 

Material de Entrenamiento en Suspensión: nuevos materiales que nos facilitan el trabajo para el equilibrio y la fuerza. Son fáciles de transportar y no pesan. Tenemos: TRX, Fit Ball, Bosu, Cushion, etc 

Las ventajas de entrenar en casa

Ahorro Económico y de Tiempo: aunque tengas que invertir en material, no es necesario comprar absolutamente todo. Simplemente determina tu objetivo, planifica tu entrenamiento y dale rienda suelta a tu imaginación con el material que te puedas permitir. Además no pierdes tiempo desplazándote hasta el Gimnasio. 

Disponibilidad: Podrás entrenar cuando quieras, ya que tu gimnasio casero estará abierto 24 horas. Te vendrá muy bien si tienes un horario complicado por el trabajo o la familia. Puedes entrenar a cualquier hora del día, sin esperas e incluso en Festivo. 

- Entrenarás en la privacidad de tu hogar: sin complejos, sin distracciones y concentrado en el entrenamiento. 

Pero también tiene sus desventajas

- Si estás comenzando o tienes alguna patología en un Gimnasio o con un Entrenador Personal siempre te van a guiar y asesorar. Hay que evitar futuras lesiones ante todo. 

- El material del que disponen los gimnasios es más amplio y vas a poder realizar todos los ejercicios que te plantees.

- El ambiente socializador de un gimnasio: entablas ciertas amistades, charlas, etc. aunque en muchos casos esto distrae del entrenamiento. Pero suele ser un elemento motivador para no dejar de ir. 

- No dispones de todas las actividades que se realizan en un gimnasio: clases colectivas 

Por lo tanto mi consejo es que si por necesidad optas por entrenar en casa, es mejor que tengas ya una base para aprovechar al máximo tus entrenamientos y realizarlos correctamente, evitando lesiones y vicios que a la larga pasan factura. Utiliza tu imaginación: por ejemplo, una simple comba, barata y efectiva para actividades aeróbicas, que puedes combinar con trabajo de fuerza realizando un entrenamiento de circuitos. 

Y si estás comenzando nada mejor que dejarte asesorar por los Instructores y Entrenadores de un Gimnasio o Centro Deportivo y en el caso de querer entrenar en casa, de un Entrenador Personal. 


Estefanía Arnaldo