Los buenos profesionales saben que para encontrar la plenitud laboral deben comenzar por apreciar su propio trabajo.
Hacer tu profesión la de entrenador personal es mucho más que enseñar ejercicios y contar repeticiones durante el tiempo que dura el entrenamiento.
El tiempo que pasas con tus clientes se forman relaciones de amistad, ocurren anécdotas graciosas, etc.
Estas son algunas de las muchas cosas que hacen que aprecies tu labor.

lunes

Músculos doloridos - Precaución












 Forzar unos músculos doloridos puede dar al traste con todo el trabajo de preparación previo y, lo que es más importante, puede provocar lesiones.

Generalmente, el dolor después de un entrenamiento -dolor muscular de aparición tardía o DMAT- proviene de los desgarros microscópicos en las fibras musculares, causados por una actividad intensa a la que no están acostumbradas. Así, cuando el dolor aperece es preferible hacer caso a la llamada de nuestro cuerpo y descansar durante un par de días. En este sentido, cabe recordar que incluso los deportistas más avanzados sufren molestias después de sesiones muy exigentes o cuando vuelven a entrenar tras un período de inactividad.

Por eso, 'dolor' no equivale a 'debilidad'. Significa, simplemente, que los músculos han sido llevados al límite y necesitan un tiempo de recuperación. De este modo, cuando el tejido muscular se recupera, se hace más fuerte, pero este proceso suele requerir entre dos y cuatro días. En cualquier caso, hay que tener cuidado porque ejercitar músculos doloridos no suele ser efectivo y puede conducir a lesiones.

Masajes y baños fríos

No obstante, algunos expertos creen que el ejercicio ligero (caminar, nadar, bicicleta suave...) puede tener ventajas para los músculos afligidos. Eso sí, siempre que se realice con muy poca intensidad y mucha atención. Y si el músculo produce un daño excesivo o limita la movilidad, puede que se trate de un problema de sobreentrenamiento, en cuyo caso habrá que acudir a un especialista y realizar sesiones en el gimnasio.

Si lo que queremos es prevenir estos dolores, lo más indicado es realizar con esmero los clásicos ejercicios de calentamiento antes del ejercicio, ideales para preparar a nuestros músculos para el trabajo duro y disminuir las posibles molestias posteriores. Después de una competición, algunos atletas se decantan por un baño de agua fria con hielo, una terapia de masaje o los no menos importantes ejercicios de estiramiento, que contribuyen a relajar los músculos y hacen que estos se recuperen antes.