Los buenos profesionales saben que para encontrar la plenitud laboral deben comenzar por apreciar su propio trabajo.
Hacer tu profesión la de entrenador personal es mucho más que enseñar ejercicios y contar repeticiones durante el tiempo que dura el entrenamiento.
El tiempo que pasas con tus clientes se forman relaciones de amistad, ocurren anécdotas graciosas, etc.
Estas son algunas de las muchas cosas que hacen que aprecies tu labor.

domingo

Las patologías ventriculares asociadas a muerte súbita cardíaca son en general de origen genético.

A todos nos viene en la memoria casos como el de Antonio Puerta, Dani Jarque o el futbolista húngaro Miklos Feher, que cuando tenía 24 años falleció súbitamente en un partido de liga que disputaba su equipo, el Benfica, entonces dirigido por José Antonio Camacho, contra el Vitoria Guimaraes. Podíamos dar ejemplos de otros muchos casos y llenaríamos desgraciadamente muchos bytes de este texto. Pero nuestra intención es explicarles de forma sencilla y breve muchas de las preguntas que ahora se estén haciendo.

¿Qué es la muerte súbita?

En primer lugar se preguntarán: ¿qué es y en que consiste la muerte súbita cardiaca? La muerte súbita cardiaca se puede definir como una muerte inesperada que resulta de una enfermedad cardiaca cuya presencia es conocida o desconocida. Asociada al ejercicio físico, es decir en deportistas menores de 40 años, la primera causa de muerte súbita cardiaca es la arritmia ventricular. Entonces, ¿qué es una arritmia? Las arritmias cardiacas son un cambio de frecuencia o del ritmo habitual del corazón con latidos demasiados rápidos (taquicardia) o demasiado lentos (bradicardia).
El corazón en reposo late aproximadamente entre 60 y 85 veces por minuto. Si estos cambios en el ritmo son patológicos y ocurren en los ventrículos del corazón nos encontraremos con una arritmia ventricular que pueden poner en riesgo la vida del paciente. Y entonces, ¿por qué ocurren estas arritmias ventriculares? Para entenderlo debemos saber que el corazón tiene dos funciones principales. La primera es, quizás la más conocida, bombear sangre desde los ventrículos, que son las dos cámaras inferiores del corazón, hacia los pulmones y hacia el resto del organismo.
Esta capacidad de bombear sangre requiere la capacidad del corazón de contraerse. Es decir, el corazón es un órgano contráctil y para ello necesita de una serie de proteínas estructurales que faciliten por un lado la contracción del corazón y por el otro que las diferentes células del corazón, en este caso de los ventrículos, se comuniquenentre ellas para contraerse todas a la vez. Serían proteínas llamadas de tipo estructural.
Pero el corazón tiene otra propiedad que es la de funcionar como unapila, es decir, genera electricidad que le sirve fundamental como señalpara que los ventrículos se contraigan. Esta electricidad generada por el corazón se debe al intercambio de iones (como el potasio, el sodio y el calcio fundamentalmente) entre las células del corazón y el medio extracelular que las rodea.
Ahora estamos en disposición de entender que la muerte súbita cardiaca en personas menores de 45 años es debida fundamentalmente a arritmias ventriculares, y que la muerte súbita cardiaca es solo un término utilizado para definir una serie de patologías que afectan a los ventrículos y que dependen de modificaciones de proteínas estructurales del corazón y de los canales iónicos que el corazón utiliza para su función como  “pila”,  y que si hay en estos canales alguna alteración patológica se llaman canalopatías.




¿Hay más muertes súbitas en unos deportes que en otros?

Ya sabemos un poco del origen posible de esta muerte súbita cardiaca asociada al ejercicio en personas jóvenes. Pero nos quedan otras muchas preguntas por responder. Por ejemplo ¿hay más muertes súbitas en unos deportes que en otros? Pues la respuesta es que probablemente no. Es verdad que hay unos deportes más exigentes que otros pero probablemente que hayas más casos de muertes súbitas en el fútbol, ciclismo o personas que hacen footing es simplemente por el mayor número de practicantes que tienen estos deportes.
En otros países donde predominan el rugby, el fútbol americano, etc., estos son los deportes que más casos registrados tienen de muerte súbita cardiaca. Pero, seguramente la pregunta que más nos intrigue y nos haga pensar sobre cómo podemos prevenir la muerte súbita es ¿por qué pueden seguir ocurriendo estos casos de muerte súbita cardiaca en deportistas de élite, profesionales como son los futbolistas, que durante toda su vida deportiva han estado sometidos a una estrecha vigilancia médica, cardiológica y que, fundamentalmente cuando llegan a los primeros equipos de las ligas más importantes, tienen rigurosos controles cardiológicos?
La respuesta no fácil. Sin embargo, se piensa que en algunos casos las pruebas habituales a los que son sometidos estos deportistas, como es un electrocardiograma en reposo y en ejercicio 
(la llamada prueba de esfuerzo) o el ecocardiograma, no son suficientes para detectar algunas personas en riesgo de sufrir un episodio de muerte súbita.
Aquí hay que decir que en algunos casos la muerte súbita ocurre en personas cuyos corazones son aparentemente normales y desgraciadamente el primer síntoma de la existencia de enfermedad es la muerte súbita en sí. Pero sí comenzamos a saber que las patologías ventriculares asociadas a muerte súbita cardiaca son en general de origen genético. De hecho, hay datos que demuestran que el riesgo de sufrir muerte súbita cardiaca puede aumentar hasta cerca de 2,5-3 veces si en la familia directa hay alguien que sufra alguna de las patologías estructurales o de las canalopatías asociadas a muerte súbita cardiaca.
Ahora en algunos países se comienza a utilizar las pruebas genéticas como complemento al intento de detectar estas personas en riesgo. En nuestro país, equipos como el Atlético de Madrid a través de su Fundación o el Comité Olímpico Español, gracias a la labor incansable de su presidente D Alejandro Blanco, han incorporado estas pruebas genéticas para el cuidado de sus deportistas mediante acuerdos con, en estos casos, la Comunidad Autónoma de Madrid.
Equipos como el Real Madrid también organizan eventos, como partidos de futbol, para recaudar fondos para seguir investigando en el conocimiento genético de estas patologías. Esto no significa que los deportistas de estas instituciones deportivas estén salvaguardados completamente de sufrir algún evento asociado a la muerte súbita cardiaca, pero sí que intentan poner a disposición de sus deportistas todos los conocimientos científicos para, en la medida de los posible, poder prevenirlas.
También es de destacar la labor de periodistas como Roberto Gómez, que con la colaboración de medios de comunicación, comoTeinteresa, deportistas como el propio seleccionador nacional de fútbol, D Vicente del Bosque y otras muchas personas ligadas al mundo del deporte, organizan jornadas para intentar concienciar a la población de lo importante que es hacerse controles cardiológicos rigurosos, incluidos controles genéticos, si se quiere hacer deporte de forma lo más segura posible.




La muerte súbita cardíaca no sólo es algo de nuestro días

La muerte súbita cardiaca en deportistas no es algo que ocurra ahora en nuestros tiempos sino que la historia de la medicina y la propia historia está llena de ejemplos que demuestran el conocimiento que se tenía de su existencia. Por ejemplo Hipócrates (460 aC-370 aC) en uno de sus aforismos (textos cortos que utilizó Hipócrates para explicar síntomas y tratamientos de enfermedades) ya decía que a veces personas aparentemente sanas sin ningún tipo aparente de causa solo con fatigas leves morían súbitamente.
En España se considera que alrededor de unas 20 muertes súbitas cardiacas asociadas al deporte al año. Seguramente este número no sea real y desafortunadamente sean muchas más. De hecho, no se conocen cuántos síncopes de origen cardiaco debido a la práctica de ejercicio (pérdida de conocimiento que podría considerarse un aviso de sufrir una patología asociada a muerte súbita cardiaca) hay anualmente en España y tampoco se conoce en la mayoría de países de Europa.
Sí existen datos que demuestran que el hacer un simple electrocardiograma, antes de comenzar a hacer de forma regular actividad física, reduce de forma muy importante el riesgo de muerte súbita. Hagamos deporte que es sano y bueno para nuestro sistema cardiovascular, pero hagámoslo de forma segura.