Los buenos profesionales saben que para encontrar la plenitud laboral deben comenzar por apreciar su propio trabajo.
Hacer tu profesión la de entrenador personal es mucho más que enseñar ejercicios y contar repeticiones durante el tiempo que dura el entrenamiento.
El tiempo que pasas con tus clientes se forman relaciones de amistad, ocurren anécdotas graciosas, etc.
Estas son algunas de las muchas cosas que hacen que aprecies tu labor.

domingo

Urban training

Parques, calles, vallas, muros, escaleras, bancos, árboles… redescubre tu ciudad utilizando todo lo que te ofrece para hacer tus entrenamientos. Y mucho más motivante y divertido si lo haces con tus amigos. No encontraréis un reto más original, casi como un juego. La intensidad depende de vosotros…
Entrenar en una ciudad como Madrid puede servirte para estar en forma sin tener que pagar un gimnasio pero también para preparar tus carreras urbanas o de montaña. Y puedes hacerlo por tu cuenta o uniéndote a las sesiones que organizan webs como Madrid Outdoor Sports.
Las sesiones de urban training organizadas combinan crosstraining con parkour (el arte del desplazamiento de origen francés) y running, siempre con la supervisión de entrenadores expertos. Una buena idea para saber cómo utilizar la ciudad como box y luego hacerlo por vuestra cuenta. La distancia o el área que vais a recorrer podéis escogerla en función de vuestra forma física.
Utilizar la ciudad y los elementos que te ofrece te permite hacer un entrenamiento funcional e interválico, ya que cada superficie u objetivo te requerirá una intensidad y un tipo de ejercicio diferente: saltar, gatear, colgarte, correr, hacer flexiones, arrastrarte… ¡todo lo que se te ocurra!  Puedes hacer los ejercicios por tiempos o repeticiones.


Combinando estas tres disciplinas consigues un entrenamiento completo de cuerpo de entero: cardio, fuerza, flexibilidad, equilibrio, coordinación… se trabajan todas las cualidades físicas.
Para hacer una sesión de citycross la mejor idea es llevar ropa cómoda (abrigaos por capas para poder quitarlas cuando entréis en calor) y una pequeña mochila que os permita moveros con libertad, con agua o bebidas isotónicas y algunos alimentos energéticos para reponer fuerzas.
Algunos se plantean el urban training como la opción urbana del bootcamp, un entrenamiento de corte militar. Para hacer una sesión de este tipo escoge un espacio no muy grande al aire libre, por ejemplo en un parque.
Esta vez la idea es utilizar material como neumáticos, kettlebels, cuerdas de saltar, además de los “aparatos” que te ofrezca el propio espacio, como bancos  o escalones. Podéis plantear el entreno como un circuito con estaciones por tiempos, por ejemplo 30 segundos a la máxima intensidad en cada uno, descansando un par de minutos al completar toda la rutina, y repitiendo dos o tres veces más.