Los buenos profesionales saben que para encontrar la plenitud laboral deben comenzar por apreciar su propio trabajo.
Hacer tu profesión la de entrenador personal es mucho más que enseñar ejercicios y contar repeticiones durante el tiempo que dura el entrenamiento.
El tiempo que pasas con tus clientes se forman relaciones de amistad, ocurren anécdotas graciosas, etc.
Estas son algunas de las muchas cosas que hacen que aprecies tu labor.

sábado

Un gimnasio en casa sin arruinarte

Si te crees capaz de entrenar en tu casa, no compres pesas a lo loco. Hay alternativas más baratas para empezar.
Todos hemos tenido la tentación. Si te compras el equipo, te ahorras la cuota del gimnasio, y en un par de años lo has amortizado. No tienes que desplazarte. Todo son ventajas. Pero ¿de verdad quieres el gimnasio en casa?
La triste realidad es que la mayoría de los equipos de gimnasia caseros terminan convertidos en carísimos percheros, escondidos debajo de la cama o en el fondo de un armario. ¿Qué ocurre?
En el gimnasio los equipos son de calidad profesional, con precios fuera del alcance de mucha gente. ¿La máquina elíptica? Puede costar entre 2.000 y 5.000 euros. Las versiones domésticas más baratas no ofrecen el mismo nivel de ejercicio, duran menos y son más incómodas.
El segundo factor es la motivación. Apuntarse a un gimnasio cuesta dinero todos los meses y para mucha gente eso es razón suficiente para asistir y rentabilizarlo. Por si fuera poco, hacer deporte guiado por monitores y en compañía de otras personas también anima.
Si a pesar de todo decides que vas a hacer una inversión y poner el gimnasio en casa, empieza poco a poco. Descubrir que no te gusta hacer deporte en casa después de  gastarte 7.000 en un Kinesis debe de doler. Hay soluciones mucho más baratas.

CycleOps

Las biciletas estáticas decentes son muy caras. Pero si tienes una bicicleta, puedes convertirla en una bicicleta estática para entrenar en casa usando un soporte con rodillo de resistencia como CycleOps. Se encuentra a partir de 180 € con resistencia magnética regulable desde el manillar.





TRX Suspension Training
Son dos correas muy resistentes con un agarre para las manos o los pies en el extremo. El TRX se puede colgar de una viga, un árbol, una escalera o incluso de una puerta, y permite hacer un programa completo de ejercicio usando el propio peso corporal. Cuesta 200 € con accesorios, manual de entrenamiento y DVD. La competencia, GoFit Gravity Bar, incluye una barra para colgar del marco de la puerta y cuesta 130 €.
Hay cientos de vídeos en Youtube con entrenamientos de TRZ. La idea es tan simple que también hay instrucciones para construirse un TRX casero con material de ferretería.
Si con equipamiento barato compruebas que tienes la fuerza de voluntad suficiente para entrenar en casa con regularidad, ¡adelante! Invierte en equipos más avanzados. Si es posible habla antes con un entrenador que te aconseje bien y podrás ahorrar dinero evitando compras innecesarias.