Los buenos profesionales saben que para encontrar la plenitud laboral deben comenzar por apreciar su propio trabajo.
Hacer tu profesión la de entrenador personal es mucho más que enseñar ejercicios y contar repeticiones durante el tiempo que dura el entrenamiento.
El tiempo que pasas con tus clientes se forman relaciones de amistad, ocurren anécdotas graciosas, etc.
Estas son algunas de las muchas cosas que hacen que aprecies tu labor.

jueves

Evitar el sedentarismo es fundamental para preservar la salud




Una conducta imprescindible para mantenernos sanos consiste en ejercitar el cuerpo. La vida es movimiento y el sedentarismo, que es cada vez más habitual, no sólo paraliza los músculos sino también la energía que nos recorre y nos define como seres integrales. Alimentación adecuada y ejercitación constante son la mejor combinación para cuidar nuestro organismo y protegerlo de las enfermedades.


No a la quietud

Las consecuencias de una vida sedentaria son evidentes con el correr del tiempo y resienten el buen funcionamiento corporal desde varios aspectos. Perdemos masa muscular y flexibilidad, los músculos se vuelven flácidos, hay contracturas, dolores de espalda, pueden aparecer várices en las piernas y dificultades tales como problemas circulatorios, hipertensión, constipación y distensión de los músculos abdominales. Si no solemos realizar alguna actividad física, podemos arrancar de a poco, sin exigirle de más al cuerpo e ir incrementando la frecuencia hasta alcanzar un ritmo de dos o tres veces por semana.

Poco movimiento, kilos de más



La falta de entrenamiento en ocasiones puede derivar en sobrepeso. Lo ideal es que la diferencia entre calorías consumidas y gastadas tienda a ser menor. Es necesario disminuir la ingesta de grasas, azúcares y harinas y aumentar el consumo de vegetales, cereales, legumbres y frutas frescas y secas, que ayudan a regular el peso. No hay que olvidarse de las proteínas animales y  vegetales, que  son esenciales para el buen funcionamiento del organismo.


Huesos en riesgo

Cuando pasamos mucho tiempo sentados, los huesos se van debilitando progresivamente, lo que puede desencadenar la aparición de osteoporosis, otra razón para adherir a la buena costumbre del movimiento. Es recomendable hacer hincapié en el consumo de alimentos que contengan calcio, como las almendras, nueces, sésamo, girasol, dátiles, espinaca, acelga, brócoli, garbanzos, lentejas, lácteos y algas.

SUGERENCIAS PARA PASAR A LA ACCION

Comenzar alguna práctica que nos motive. Una caminata diaria, al volver del trabajo, o al hacer las compras, es la mejor manera -fácil, económica y efectiva-  para que el cuerpo se acostumbre a ejercitarse.
El movimiento concede bienestar. De acuerdo a nuestras preferencias, podemos hacer recorridos en bicicleta, correr, bailar, ir a un gimnasio, lo importante es ejercitarse y la manera más sencilla es arrancar con alguna actividad que nos guste y nos estimule a seguir adelante.
Sostener una alimentación equilibrada, que proporcione energía, que brinde los nutrientes necesarios, sin sobrecargar el funcionamiento del hígado.
Si pasamos demasiado tiempo estáticos, frente a la computadora o en actividades que no requieran del movimiento, conviene hacer una pausa cada tanto y mover los músculos del cuello, los hombros, sacudir las piernas y los brazos y de ser posible, caminar unos minutos para activar la circulación de la sangre.