El sexo es un tema que se entromete en el deporte y es frecuente escuchar diversas opiniones acerca de la práctica del mismo antes o después de los partidos. Es posible encontrar psicólogos deportivos partidarios de una y otra postura. Los que están a favor de la práctica antes de competir argumentan que sirve para aliviar tensiones, relajar pensamientos, reparar el cuerpo y descansar mejor la noche antes de competir. Estrellas brasileñas de la talla de Romario, Ronaldo Nazario y Ronaldinho defienden con 'uñas y dientes' esta práctica durante las noches preliminares a los partidos.
Todas estas razones son ciertas, pero no todas las personas son iguales. Ahí entran en acción los partidarios de prohibir el sexo antes de la pugna deportiva. Según ellos, distrae, cansa, merma la capacidad física y debilita la capacidad de concentración. También es totalmente cierta esta postura, pero el efecto del cansancio posterior a la práctica del sexo dura unas cinco o seis horas. Después de ese intervalo de tiempo, el organismo vuelve a recuperarse. Existen técnicos y monitores de gimnasia que afirman que la pérdida de semen y testosterona provoca una necesidad mayor de proteínas en el organismo para reparar completamente el desgaste físico producido. De lo contrario, el riesgo de lesión podría verse aumentado.
Las dos posturas son respetables y cuentan con fervientes defensores. Precisamente, la postura (sexualmente hablando) que recomendaron Carlos Bilardo y Radomir Antic en el Mundial de Sudáfrica 2010 a los argentinos y serbios, respectivamente, consistía en que las mujeres se pusiesen encima para que los jugadores no se cansasen demasiado. Siempre que hay competiciones de alto nivel deportivo, el sexo adquiere protagonismo por su permisión o por su prohibición en las concentraciones en los hoteles.
Prohibido antes del encuentro de fútbol
En la pasada Eurocopa, tras los encuentros, Vicente del Bosque dio el día libre al grupo para que pasasen las 24 horas con sus familiares y esposas. Pero el sexo estaba prohibido las noches anteriores al partido. En el Mundial de 2010 hubo diferencia de hábitos. Las selecciones sudamericanas de Brasil y Argentina no pusieron ningún impedimento para que los jugadores durmiesen con sus parejas. Por el contrario, las selecciones inglesa y española permitieron la práctica únicamente en el día posterior al partido.
En lo que parecen haberse puesto de acuerdo todos los entrenadores de la mayoría de disciplinas deportivas es en la permisividad de las relaciones sexuales posteriores a los partidos. Sin embargo, durante las noches anteriores a los encuentros, sobre todo en la cultura europea, abogan por el buen descanso sin realizar esfuerzos físicos para conseguir una concentración exclusiva de los jugadores.
